El proyecto nació de la idea de los arquitectos de hacer experimentar a los niños lo que sucede durante el ciclo del agua. Detrás de los fregaderos, en un trozo de pared, se creó
una pizarra para permitir que los profesores escriban sus explicaciones.
El resultado final es una especie de puesta en escena, que consiste en un cielo estrellado, nubes que representan la condensación y la evaporación del agua, tubos transparentes y grifos temporizados de Idral.
En esta guardería se instalaron los grifos de lavabo temporizados serie MINIMAL con pulsador que, además de ser muy fácil de usar, garantizan la máxima seguridad, creando un ambiente acogedor, con formas simples y familiares que invitan al juego.